El pasado jueves 09 de mayo se llevó a cabo una reunión donde el Ingeniero Gustavo Sansó de la consultora Coprogetti explicó detalles y evacuó dudas sobre el proyecto GIRSU (gestión integral de residuos sólidos urbanos) ante representantes de los municipios involucrados.
A grandes rasgos es un proyecto de centralizar el tratamiento y disposición final de la basura producida por los municipios de Campo Grande, Cinco Saltos, Cipolletti, Fernández Oro y Allen mediante instalación de una planta de tratamiento y rellenos sanitarios en una ubicación estratégica regional que se decidió sea nuestra ciudad.
En todos los municipios involucrados la situación actual es la existencia de basurales a cielo abierto, descontrolados, altamente contaminantes, sin ningún tipo de tratamiento. La idea de centralizar y tratar la basura me parece muy buena, regionalizando para reducir costos y esfuerzos, incorporar tratamiento para reutilización de una parte de los residuos y terminar con el acopio y quema de residuos a cielo abierto. Hasta acá está todo muy bien, pero que la planta de tratamiento y las celdas para rellenos sanitarios sean instaladas en Fernández Oro me abre muchos interrogantes y todos conducen a los riesgos a los que nos exponemos. Siendo nuestra localidad la de menor superficie de todos los municipios involucrados y ocupando el 4° lugar en producción de basura diaria, sólo por encima de Campo Grande, me resulta poco lógico que sea el municipio receptor; nuestra producción es menor a 7 toneladas diarias, mientras que cipolletti produce 63 ton, Allen 19 ton y Cinco Saltos 18 ton.
El proyecto esta diagramado a 20 años, con un volumen total promedio de 144 toneladas diarias, donde el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) financiará la planta, maquinaria, puesta en marcha y la primer celda de cuatro previstas que albergará los residuos de los primeros 5 años. Los 15 años restantes dependerá del aporte económico de los municipios además de los costos operativos desde el inicio de la planta. Incluye la clausura de los basurales a cielo abierto existentes mediante su tapado. En los primeros 5 años sólo se recuperará el 4% o 5% del total proyectando llegar a los 20 años con un recupero cercano al 20%; aún en el esquema más optimista el 80% de la basura recibida será enterrada. Este tratamiento de la basura no es rentable, no generará ganancias, requiere importantes inversiones de los municipios para que se realice en forma correcta y reduciendo al mínimo los pasivos ambientales. Lejos del pensamiento de que mejorará la calidad de vida de las personas que viven de lo que obtienen de los basurales, la planta necesita personal capacitado, con pautas industriales y el mantenimiento e inversiones adecuadas para que los resultados obtenidos permitan reducir los costos a través del recupero.
Entre los detalles técnicos el galpón será de 25 x 18 mts., poseerá 5 celdas para relleno sanitario de 488 x 170 x 2,5 mts de profundidad, una pileta para tratamiento de los líquidos lixiviados y unas 20 a 25 operarios por turno para su funcionamiento.
En mi análisis considero que el tratamiento debe cumplir todas las pautas en forma impecable y los controles deben ser estrictos ya que pasar de producir 7 ton. diarias a recibir 144 ton. promedio puede producir graves consecuencias si su manejo no respeta los máximos estándares de calidad; es aquí donde tengo serias dudas de que los cinco municipios estén siempre dispuestos a que sea de esa manera. Acompaño la idea de tratar la basura en forma regional, pero no me gusta para nada que el repositorio sea en nuestra ciudad; ante cualquier inconveniente seremos nosotros los que cargaremos con los pasivos.
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